Seguidores

viernes, 15 de mayo de 2015

Y es ahí cuando te das cuenta que volverías a tropezar con la piedra, que volverías a las segundas partes aunque nunca fueron buenas, que no te importaría dejarlo todo atrás una vez mas por ser la causante de esa sonrisa. El tiempo pasa y no espera y pocas veces nos da la oportunidad de recuperar lo perdido. Y si yo tuviera la posibilidad... solo una mínima posibilidad de arreglar mi destrozo haría lo que hiciera falta, pero la vida me ha hecho entender que cuando algo se rompe, por mucho que unas los pedazos, nunca vuelve a ser lo mismo. Seguirán habiendo marcas que demuestren que estuvo quebrado. Y es por eso que aprendí a valorar los pequeños detalles que son los que marcan la diferencia, porque nada vale mas que las cosas pequeñitas que salen de dentro. No quiero un amor de película, quiero un amor de verdad. No quiero flores, ni bombones, ni cenas en restaurantes caros, ni regalos cada aniversario, quiero alguien que me haga feliz sin necesidad de nada material, que su sonrisa y sus besos sean lo mejor a lo que puedo aspirar. Quiero eso que tuve y que perdí. Daría toda la vida que me queda solo por volver atrás y evitar que me rompieras...pero como ya he dicho, no creo en las oportunidades ni en las coincidencias ni en que el destino sea lo sumamente idiota como para volvernos a hacernos tropezar en el camino. Después de tantos años, ahora se que perdidos, creo llegar a aceptar y entender que lo nuestro no fue porque no tenía que ser. Que en el camino me encontrare ese alguien con el que compartir mi vida, como hubiera querido hacerlo contigo. Pero miro atrás y en la balanza siguen pesando mas los momentos buenos, ¿que tontería, verdad? Como se puede echar de menos tanto algo que nunca ha ocurrido... Solo espero que sepas recordarme como me merezco, y que si algún día la vida decide hacernos la gran putada de volvernos a cruzar, no vuelvas a perder la oportunidad de ser feliz conmigo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario