Sentarte, respirar, observar todas esas fotos que te recuerdan que algún día fuiste feliz... es como esos capítulos de viejas series de televisión, que ya acabaron, y lo único que puedes hacer es ver su repetición, sabiendo que nunca más habrá un nuevo capítulo. Es una sensación de rabia, de impotencia, es saber que el pasado era mejor que el presente y el futuro no parece que vaya a ser muy parecido a ello. Es como si hubieras tenido la felicidad en tus manos y te la quitaron en tu mejor momento. Como si pusieran tu canción favorita en la radio y la cambiaran antes de llegar al estribillo..