.jpg) De nuevo de noche, y con
ella tus lágrimas, digo tuyas porque ya hace mucho tiempo que todo lo que soy
te pertenece, a ti y a tus andares, y a la forma en que tenías de mirarme. No
puedo, no puedo ni siquiera pensarlo, me duele, me dueles. Ya no me volverás a
mirar. Nos hemos dicho tantas veces hasta luego que no nos dimos cuenta cuando
el adiós llamó a la puerta. Pero ya ha llamado, ya hace tiempo que llamó, ya
hace tiempo que no somos, en plural. Nos hemos vuelto singulares, y tristes,
porque sé que tú también lo estás. Sé que tú también me echas de menos. El amor
no es siempre suficiente.
De nuevo de noche, y con
ella tus lágrimas, digo tuyas porque ya hace mucho tiempo que todo lo que soy
te pertenece, a ti y a tus andares, y a la forma en que tenías de mirarme. No
puedo, no puedo ni siquiera pensarlo, me duele, me dueles. Ya no me volverás a
mirar. Nos hemos dicho tantas veces hasta luego que no nos dimos cuenta cuando
el adiós llamó a la puerta. Pero ya ha llamado, ya hace tiempo que llamó, ya
hace tiempo que no somos, en plural. Nos hemos vuelto singulares, y tristes,
porque sé que tú también lo estás. Sé que tú también me echas de menos. El amor
no es siempre suficiente.Que ya se acaba la vida como la conté, que he derrumbado de un golpe los sueños de ayer.
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viernes, 8 de noviembre de 2013
.jpg) De nuevo de noche, y con
ella tus lágrimas, digo tuyas porque ya hace mucho tiempo que todo lo que soy
te pertenece, a ti y a tus andares, y a la forma en que tenías de mirarme. No
puedo, no puedo ni siquiera pensarlo, me duele, me dueles. Ya no me volverás a
mirar. Nos hemos dicho tantas veces hasta luego que no nos dimos cuenta cuando
el adiós llamó a la puerta. Pero ya ha llamado, ya hace tiempo que llamó, ya
hace tiempo que no somos, en plural. Nos hemos vuelto singulares, y tristes,
porque sé que tú también lo estás. Sé que tú también me echas de menos. El amor
no es siempre suficiente.
De nuevo de noche, y con
ella tus lágrimas, digo tuyas porque ya hace mucho tiempo que todo lo que soy
te pertenece, a ti y a tus andares, y a la forma en que tenías de mirarme. No
puedo, no puedo ni siquiera pensarlo, me duele, me dueles. Ya no me volverás a
mirar. Nos hemos dicho tantas veces hasta luego que no nos dimos cuenta cuando
el adiós llamó a la puerta. Pero ya ha llamado, ya hace tiempo que llamó, ya
hace tiempo que no somos, en plural. Nos hemos vuelto singulares, y tristes,
porque sé que tú también lo estás. Sé que tú también me echas de menos. El amor
no es siempre suficiente.
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