- Por favor… perdóname.
+ ¿Sabes lo peor cariño? Que yo antes era capaz de
aguantar cada una de tus patadas porque creía que valía la pena. ¿Crees que es
la única vez que me haces daño?
- Pero no me doy cuenta…
+ ¿Cómo no vas a darte cuenta? El problema es que
nunca piensas en mí, tan solo piensas en ti mismo y en tus deseos. Te da igual
cuantas almas pisar con tal de superarte con tus idioteces.
- Eso no es verdad… te quiero mucho.
+ Ya sé que me quieres… y yo te quiero a ti, no
sabes hasta donde podría haber llegado por ti, para ser felices uno al lado del
otro… pero ahora es tarde, muy tarde. Ya soy incapaz de llorar porque me he
acostumbrado a que me mates día sí y día también.
- Para el amor nunca es tarde.
+ Eso díselo a los que sufren por él.
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