Que ya se acaba la vida como la conté, que he derrumbado de un golpe los sueños de ayer.
Seguidores
lunes, 21 de octubre de 2013
Aunque doliera tenía que aceptarlo: me había engañado, todo habían sido mentiras. Yo no acababa de entenderlo ya que él me había dicho que me quería, que no escuchara esas estúpidas bocas. Esperaba que casi todo lo que me había dicho fuese verdad. No obstante mis pensamientos seguían reproduciendo esas palabras, y aunque odiaba admitirlo no era solo por el hecho del engaño, más bien era por él, jamás lo hubiese imaginado. Él me había sacudido, me había provocado sensaciones que nunca había tenido. Yo nunca había experimentado aquella sensación intensa de querer a alguien con tanta fuerza. Era emocionante y apasionante, pero también me daba un poco de miedo. Cuando me besaba había una parte de mí que parecía totalmente fuera de control, y no estaba segura de sí me gustaba... Él era tan ¿perfecto? sí, creo que esa es la palabra exacta. Fuera lo que fuera yo no podía apartar la mirada de él. Aquella era la parte que me hacía preguntarme si todo había sido un espejismo. Un sueño muy realista.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario