Orgullosa y decidida, creo que lo mejor es hacer mi vida, y cojo algunas cosas del cuarto que sobran... borro cosas del ordenador que me recuerde a momentos del pasado... Esta vez era definitivo, quería cambiar de vida, quería dejar de fijarme en cosas que me hacían estar mal, quería ser independiente, más aún de lo que era, que nadie me dañara, y que mi estado de ánimo no dependiera de nadie, ya sabéis por lo que lo digo. Y entonces, estando tranquila en mi casa, hablando como siempre con mi amiga, que me estaba entreteniendo y dándome fuerzas para seguir con mi proyecto de nueva vida... suena el portero de casa y entonces una voz ya casi ni reconocida, me dice... “¿Hola?” Quise no revolver mis recuerdos para reconocer esa voz, pero no pude... La razón por la que decidí cambiar de vida, la razón que dibujaba y borraba mi sonrisa a sus anchas... era él... y sorprendida, decidí hablarle, el notó mi incomodidad, puesto que cambié de vida por una pelea en la que nos dijimos cosas, demasiadas cosas, y demasiado daño... Entonces me dirigí a él, y confusa le pregunté "¿qué haces aquí?'' fingí una sonrisa, la situación era incómoda, pues segundos antes le contaba a mi amiga lo mucho que le odiaba, el asco que me daba... todo era en vano... él, después de mi pregunta... contestó apenado: ''vine a pedirte perdón, me he pasado, no quiero que nada se estropee". Y entonces vuelve a dirigirme la palabra: "dame un abrazo, por favor''. La verdad, era todo lo que necesitaba escuchar, no quiero una nueva vida sin él, es que no me hace falta una nueva, con esta me basta...