-Vale, no podrás ganarme.
+ Pues lo he hecho, has dejado de sonreír, te he ganado.
-Te equivocas, no me hace falta sonreír para ser feliz, ¿y sabes por qué?
+ ¿Por qué?
-Porque ha aparecido alguien en mi vida que le ha cambiado el sentido completamente. De momento sigue a mi lado, y por mucho que no me apetezca sonreír, no puedo evitar ser feliz. El día que me falte esa persona todo cambiará, nada será igual, y por mucho que sonría, nunca seré feliz hasta que regrese junto a mí. Mi felicidad depende de él…
-¿De quién?
+ De ti.
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